Esperar: Simple Regla de Cortesía

Y no hablo de esperar al típico incumplido, por 15 minutos, o por una o dos horas, si es que llega…  Eso de llegar tarde es de muy mala educación, (aunque sea normal en países latinos) porque no estamos respetando el tiempo del otro. Pero ese es tema para otro momento. Hoy quiero hablarles del tiempo de espera al hablar.

Caricatura Gente hablandoCuando estudiaba el máster de educación en Illinois, USA, aprendimos en clase de linguística que según el grupo cultural al que uno pertenezca, existe un tiempo de espera cuando una persona termina una frase. Por decir algún ejemplo, las personas del polo norte, y los orientales en general (japoneses, chinos, tailandeses) tienen dos o incluso tres o cuatro segundos de “espera” en silencio y luego de esos segundos, el interlocutor procede a expresar su idea.Los orientales hacen incluso una señal física (como una venia) para informar que han terminado su idea.

¿Y qué pasa con los latinos, -léase italianos, franceses, españoles, hispanoamericanos-? Oh, ¡sorpresa! No tenemos tiempo de espera. Nuestros segundos de espera son cero, o mejor dicho, menos uno o menos dos… y por eso todos hablamos a la vez, y lo mejor, mientras estamos hablando, tenemos la cualidad de poder escuchar lo que el otro (o incluso otros) hablan mientras terminan su idea.

Seres humanos de otras latitudes nos oyen y creen que estamos peleando… Eso nos sucedía en la última escuela en la que trabajé en USA (Beaupre Elementary School). Cuando hablábamos durante la media hora del almuerzo, otros maestros nos preguntaban por qué discutíamos… y no, era simplemente una animada conversación entre hispanoparlantes.

Cuando llegamos a desarrollarnos en un nuevo entorno, debemos adaptarnos.  Si la costumbre de una región o de un país es respetar el tiempo de espera al hablar, debemos (aunque nos cueste mucho) esperar y escuchar al otro, hasta el final, sin interrumpirle.  Aunque para nosotros y nuestra cultura interrumpir no sea señal de mala educación, para personajes de otras latitudes es una regla básica de cortesía y de respeto.  Adicionalmente, a los que están como yo en Alemania, les cuento que interrumpir a un alemán es un peligro… pero la razón se las contaré otro día.